Aunque llegue un poco tarde¡¡¡
He estado un poco desconectada del blog en estas fiestas, pero ahora vuelvo a la carga....
Voy a colgar una receta muy fácil y sana que sale buenísima o por lo menos a mi me lo parece, jeje...
Ingredientes
- Dos berenjenas grandes
- Un calabacín grande
- Dos latas de atún en aceite
- Dos huevos duros (cocidos)
- Salsa de tomate frito (yo utilicé tomate Solis)
- Queso rallado para gratinar
- Sal, pimienta y orégano
Lavar y cortar las berenjenas en rodajas y ponerlas a "sudar" en un bol con sal durante más o menos media hora.
Mientras aprovechamos para lavar y cortar también el calabacín en rodajas finitas. Si se tiene una mandolina mejor que mejor porque todas las laminas quedarán igual de finas, aunque yo voy más rápido con el cuchillo.
Ponemos una plancha en el fuego y cuando esté bien caliente le ponemos un chorro de aceite y vamos a freir todas las rodajas de berenjena y luego las de calabacín con aceite, sal y pimienta.
Precalentaremos el horno para que luego ya esté caliente para cuando tengamos que gratinar.
En una bandeja ponemos una primera capa de berenjenas ya fritas y le añadimos un poco de tomate frito encima con una pizca de orégano y pimienta y luego el atún desmenuzado.
Sobre esta capa ponemos las rodajas de calabacín y encima los huevos duros desmenuzados y el queso emmental o el que se prefiera que funda.
Ahora ponemos encima otra capa de berenjenas, un poco de tomate y orégano y otra vez queso para gratinar.
Aquí le añadí un chorrito de nata líquida a modo de bechamel, para que ligara un poco pero esto opcional hay muchas veces que no lo hago.
Metemos la bandeja en el horno a gratinar, lo dejé a 200º durante 15
minutos. Como cada horno es un mundo se irá controlando que quede bien
fundido el queso y ya estará.
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